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martes, 12 de abril de 2011

Un reciente estudio de la UPA-UCE en Extremadura ha demostrada la inflación que se produce en el precio de las frutas y hortalizas desde que salen del campo hasta que llegan al consumidor, debido a la posición privilegiada que ocupa la cadena de distribución que le permite jugar con los precios para su beneficio, perjudicando seriamente a los agricultores y consumidores, que están en la parte más baja de esta cadena. Los datos obtenidos reflejan que los productos llegan a multiplicar su precio por 5 desde el campo a su destino. Los productos llegan a sufrir un diferencial entre origen y destino del 700% como ocurre con la sandía hasta más de 1000% en el caso de la cebolla o la patata. Ante esta situación los agricultores extremeños han decidido regalar su fruta a los ciudadanos, unos 4000 kg, como acto de protesta ante esta situación y a la vez explicarles la situación que está sufriendo el campo en los últimos años.
El único problema no es este sino que, además de la inflación que sufren los precios, el precio en origen de los productos no llega a cubrir los gastos de producción. Por este motivo desde las organizaciones de productores y consumidores se le pide a los distintos componentes de la cadena de transporte, que tienes márgenes de beneficios más que suficientes, que rebajen proporcionalmente sus beneficios con lo que se conseguiría que los agricultores aumentes sus beneficios y los consumidores puedan ahorrarse una parte del precio que pagan. También se pide que la administración pública intervenga en el comercio con la ejecución de contratos homologados para que haya transparencias en los precios, que controlen las fronteras para que las importaciones que se realizan se les exijan las mismas condiciones fitosanitarias para que puedan competir en igualdad.
José Antonio Rodríguez Franco

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