En Almería cada vez son más lo agricultores de invernaderos que usan trabajadores de pequeño tamaño para controlar las plagas y enfermedades de sus cultivos. Estos nuevos trabajadores son expertos en control biológico, no cobran un salario al mes y reciben el nombre de insectos.
Un estudio realizado por los técnicos de COEXPAL aseguran que la superficie de invernadero donde usan insectos beneficiosos como las mariquita de seis puntos o la larva de crisopa entre otros muchos insectos para el control biológico de plagas ha aumentado.
El control biológico es el empleo de insectos depredadores para combatir las plagas evitando o reduciendo el uso de plaguicidas que dejan residuos tóxicos en los frutos y plantas y son puros venenos para la salud humana.
En el pimiento el uso del control biológico es del 100%, mientras que en otros cultivos la superficie ha pasado del 26 % al 65% en el caso del pepino, en berenjena del 42 % al 67 % y en el calabacín del 21 % al 40 %, siendo el cultivo del tomate el único sector hortícola que se ha quedado mas o menos estable en cuanto a superficie tratada con control biológico, alrededor del 21%.
Por otro lado los técnicos de COEXPAL han observado que el abandono del uso de insecticidas de amplio espectro esta provocando la aparición de otras plagas que hasta hace poco no tenían importancia. Por este motivo, desde el Departamento de Control de Plagas de COEXPHAL consideran que es importante que dentro de los protocolos del Control Integrado se establezcan normas de control para estos nuevos problemas.
Bibliografía:
Jesús Javier Rosado Álvarez y José Díaz Fernández
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