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viernes, 8 de marzo de 2013

Carencia de Ca en fresón


Al principio de nuestro cultivo de fresas, alrededor de un mes después del trasplante, se identificó de forma visual lo que podría ser una carencia de calcio. Las yemas foliares y florales mostraban los ápices necrosados, a medida que las hojas crecían esta pequeña necrosis se incrementaba. Las hojas más viejas se encontraban deformadas y retorcidas, además de presentar los márgenes necrosados, síntomas típicos de la falta de Ca.
El calcio es uno de los macronutrientes esenciales para las plantas. Fundamental para su estructuración, resistencia, crecimiento celular, funcionamiento de los de los meristemos, crecimiento de los ápices radiculares y para las regulaciones enzimáticas (Barceló et al., 1984).
  Síntomas de deficiencia de Ca en hojas de fresones.

Tras la identificación de los síntomas se realizó un análisis de suelo y foliar para intentar comprobar el diagnostico. El resultado fue: un nivel alto de Ca en el suelo y normal en la hoja. Por lo tanto, de acuerdo con los análisis, el Ca estaba presente tanto en el suelo como en las hojas muestreadas, sin embargo, según los síntomas existía una carencia del nutriente.
La absorción y transporte de Ca son procesos pasivos, es decir se desplaza a través del apoplasto, arrastrado por la corriente de agua que penetra en la planta generada por la transpiración. Esto hace que exista una clara dependencia en la absorción de Ca frente a la transpiración, y aquellos factores ambientales que repercuten en ésta (alta humedad, baja temperatura o radiación, alta salinidad, etc), esto repercute en que las condiciones ambientales afecten más intensamente la absorción de Ca que a otros elementos (Barceló et al., 1984).
La única manera de mejorar la capacidad de traspiración de la planta es con un buen manejo del invernadero. Durante los meses de invierno nuestro cultivo de fresas ha tenido una baja radiación solar acompañada por una alta humedad del invernadero. Formándose así una capa de aire húmedo e inmóvil alrededor de la hoja. Capa que disminuyó la transpiración de la planta, interfiriendo también en el desplazamiento del Ca en la misma.
Descubierto esto inconveniente tratamos de mejorar la ventilación del invernadero. Abrimos las vandas laterales del invernadero, proporcionando así una mayor circulación del air, en busca de un aumento en la transpiración de la planta. Desde entonces no se ha identificado un incremento visual de la carencia de calcio en el cultivo.

Autor: Tiago Rodrigues Tavares

Bibliografía
Barceló J., Nicolás G., Sabater B., Sánchez R. (1984). Fisiologia vegetal. 4 Edición. Ed. Pirámide. Madrid.               

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